Aunque es probable que aún queden asistentes al evento a los que les habrá pillado por sorpresa, lo normal es que la mayoría de ellos lo hayan interpretado como un claro indicio de los nuevos aires que, poco a poco, empiezan a soplar en el mundo del automóvil.
El caso es que el fabricante Continental ha acudido al Simposio Internacional de Motores que se ha celebrado en Viena como expositor; pero su producto estrella no era un motor, ni ningún componente típico de un ropulsor de combustión interna, sino sus nuevas baterías de ión-litio desarrolladas específicamente para el mercado automovilístico.
Continental, a la vista de los indignantes precios que están alcanzando los combustibles fósiles y las cada vez más restrictivas normas anticontaminantes que se van promulgando, considera los coches híbridos y eléctricos como las opciones más lógicas para mantener un transporte sostenible a corto plazo.
Para hacer frente a esta demanda y poder reaccionar con prontitud a las necesidades de diseño y prestaciones estos vehículos, han desarrollado un sistema de baterías de composición modular. Y eso es lo que quisieron mostrar a los expertos congregados en la capital austriaca.