Diesel, híbridos, gas, eléctricos o a hidrógeno: ¿con cuál nos quedamos?
Hace pocos años los combustibles alternativos a la gasolina y sus derivados eran inexistentes, en fases experimentales y pocos imaginaron que al día de hoy tendríamos una variedad tan grande de combustibles disponibles de dónde elegir.
La oferta de vehículos propulsados de diferentes maneras sobrepasa a todo lo que nos habíamos imaginado, con un interrogante sobre cuál de todos los combustibles ofrecidos o en todo caso cuáles de las tecnologías disponibles terminarán por imponerse.
Recordemos un poco qué es lo que nos ofrece hoy en día la tecnología de combustibles para el conductor medio, atrapado entre las especulaciones de las compañías automotrices y el tira y afloja entre petroleras, gobiernos e intereses industriales.
Un poder oculto, tan grande como el sector petrolero, pretende adoctrinarnos con la idea de que los bio-combustibles y el etanol son la solución a nuestros males, cuando la realidad es que no sólo que no beneficia al "ecosistema", sino que sus efectos son todo lo contrario. Por suerte, ya muchos se dieron cuenta de ello y vemos al E85 en franco descenso en popularidad con respecto a un par de años atrás, aunque el bio-diesel sigue creciendo.
Precisamente una de las soluciones que el usuario tiene al alcance de la mano en este momento, el diesel todavía sale favorecido, sobre todo en Europa y América, aunque en USA el precio no lo favorece. En la competencia directa con los híbridos, gana por mayor rendimiento por kilómetro, con coches y máquinas muy mejoradas, más accesibles y disponibles en todas las marcas, modelos y tipos de motores. La tecnología diesel está más viva y más avanzada que nunca y permanecerá por varios años más combinándose con los híbridos diesel-eléctricos, el próximo paso probable, antes del hidrógeno.
Los vehículos de gas natural han demostrado que son otra alternativa muy interesante, pero que han quizás llegado a un punto máximo de su desarrollo. Tal vez las redes de gas para vehículos no siguieron el mismo paso de su propia tecnología o tal vez está siendo opacado por otros intereses. A pesar de ello, creo que el gas natural es la segunda mejor opción que tenemos al alcance de la mano.
Con los vehículos eléctricos aún hay algunos puntos ciegos (baja autonomía, problemas térmicos) que creo que se irán aclarando a medida que la tecnología sea más masiva. Aunque muchos predicen el teórico colapso de las redes eléctricas (si sólo una parte del parque mundial automotriz fuera eléctrico), quedando aún un largo camino por delante.
Personalmente creo que el futuro está en el hidrógeno, aunque a bastantes años de distancia por delante para que sea masivo. Salvo Honda y BMW, el resto de los fabricantes siguen indecisos en cuanto a adentrarse de lleno por los caminos del hidrógeno.
La "moda ecológica" impulsada por el consumismo, hay que decirlo, tiene gran parte de la culpa de que los eco-cars estén en la palestra, pero sólo a un porcentaje del público consumidor les interesa salvar el planeta; el ahorro de cada centavo de combustible es una prioridad mayor que el ecologismo para el conductor medio ¿para qué nos vamos a engañar? Si la gasolina estuviera hoy al precio de hace 20 años atrás, dudo mucho que algunos desarrollos en otros combustibles de hoy en día, hubieran siquiera salido a la luz.
¿Comprarse un Toyota Prius o un diesel de pequeña cilindrada? ¿O un Bluetec? ¿Esperamos dos o tres años más a que los eléctricos sean más accesibles? ¿Qué tal un Honda Civic con gas natural? ¿Convertimos nuestro coche a gas? ¿O aprovechamos las rebajas de los modelos de gasolina y seguimos "aguantando" un tiempo más?
Son muchas las preguntas que cruzan por la cabeza de quién quiere comprar o renovar su coche y muchas las opciones pero, por suerte, el consumidor siempre tendrá la última palabra y la razón.