Casi 55 euros por MW frente a los 260 de la fotovoltaica y los 211 de la termosolar. La eólica terrestre se reduce a 67 euros mientras la hidráulica a 58. No obstante, las primas a la energía fotovoltaica no se moverán salvo en caso de fraude
El cuadro adjunto, realizado con cifras del propio sector eléctrico, actualiza de forma pormenorizada el coste de cada tipo de energía, uno de los cuellos de botella donde se atasca la recuperación económica española. La energía más barata -55 euros por MWh- sigue siendo la nuclear. Y hablamos de la llamada nueva nuclear, porque la más amortizada -ésta es una de las claves del parque nuclear español) rebajaría ese coste hasta los 42 euros por MWh.
A continuación viene la energía hidráulica, que ha proporcionado sorpresas agradables con la minihidráulica. En cualquier caso, las centrales hidráulicas producen con un coste de 58 euros MWh. A continuación -despreciando las fuentes de energía menos relevantes- se sitúa el ciclo combinado, 66 euros, el más castigado en el pool, dado que las renovables tienen preferencia. El carbón, gravado por el coste de los derechos de emisión, se sitúa en 71 euros.
El coste de la energía eólica se ha reducido considerablemente pero, aún así, la terrestre se sitúa en los 67 euros y la marina supera los 100.
La energía más mimada por las subvenciones, la menos probada y la más cara, es la fotovoltaica y termosolar, dos de las tres modalidades de producción de luz con la energía del astro rey. Considerando las primas previstas -que no se van a reducir- hasta 2014 el coste de las huertas solares -fotovoltaica- sale por los 260 euros por acción, casi cinco veces más que la nuclear, mientras que las grandes centrales de termosolar ascienden a 211 euros.
Sin embargo, no habrá cambios en la política económica. El asunto es triste porque la presión de los bancos que financian la energía fotovoltaica ha hecho que el Gobierno Zapatero, que se ha comprometido a aportar 151.000 millones de euros hasta 2020 en subvencionar este tipo de energías, no se atreva a reducir un gasto que compromete, no ya la política energética sino a la política económica entera.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.comHispanidad, viernes, 15 de octubre de 2010
La energía nuclear es la más barata; la solar, la más cara
Costes_Produccion