Ahora que parece se ha puesto de moda nuevamente la “homologación con Europa”, al menos en asuntos tributarios, se nos ha ocurrido buscar información sobre los precios de los combustibles para automoción a lo largo de los 27 países de la Unión Europea. Dicha información, obtenida principalmente del Observatorio del Mercado de la Energía de la Comisión Europea (en inglés), muestra lo difícil que es unificar las distintas políticas nacionales en materia de los citados precios. Pero, sobre todo, deja ver que el sector automovilístico es un goloso pastel en el que hincar el diente fiscal; los datos -a fecha del pasado 23 de agosto- son explícitos y, además, dejan helado a cualquiera…
1. Los precios de venta más altos con impuestos
Si vive usted en Grecia o en el Reino Unido sabe de lo que hablamos, ya que estos dos países son en los que se encuentran los combustibles más comunes con los precios más altos. Grecia, Países Bajos y Finlandia se llevan la palma en la gasolina 95; España ocuparía el vigésimo lugar, aunque siempre se puede considerar una mudanza a Bulgaria, país que comparte frontera con Grecia pero que vende la gasolina unos 0,46 €/l más barata. Respecto al gasóleo de automoción, Reino Unido (con diferencia), Grecia y Suecia lideran esta cara clasificación, quedando España en la posición 19; Bulgaria repite como país más barato.
2. Los precios de venta más altos sin impuestos
Políticas comerciales, insularidad o ausencia de refinerías afectan en mayor o menor medida a estos precios. Así, Malta, Dinamarca e Italia tienen los precios más altos de gasolina 95; España se clasifica en decimotercera posición y Suecia en la última. Grecia, Portugal y República Checa son los países con el precio del gasóleo de automoción más alto y Bulgaria se asoma de nuevo en la cola; España, duodécima.
3. Impuestos
Según la Comisión Europea, que de esto seguro sabe mucho, Países Bajos, Suecia y Reino Unido aplican la mayor carga fiscal sobre la gasolina 95: se paga un impuesto que supone más de 1,8 veces el precio del combustible; Chipre es el país menos voraz, y en España nos quedamos en el puesto 22. En Reino Unido (una vez más), Suecia y Alemania es donde se tributa más por el gasóleo de automoción. En Lituania ocurre justo lo contrario, y España repite en la posición 22.
Queda hacerse una pregunta: ¿merecemos los conductores semejante carga fiscal?